Recorrer una de las ciudades más grandes e impresionantes del mundo, con tanta vida y actividades por doquier, en pocos días parece una tarea imposible. Sin embargo, a veces esto es lo único que tenemos para hacerlo. Así que aquí les traigo una ruta de cuatro días por la ciudad que nunca duerme, llena de sus locaciones más icónicas e imperdibles, para un perfecto primer viaje a la ciudad.
Como estas son mis crónicas, aquí les va mi experiencia e itinerario viviendo 4 días la ciudad de Nueva York.
Pexels/ Roberto Vivancos
Día 1
Mi llegada al JFK fue en las primeras horas de la mañana, por lo que lo primero que hice fue movilizarme hacia New Jersey a dejar las maletas y desayunar donde un familiar. Yo inicié mi recorrido por la ciudad el primer día de llegada porque no podía esperar más (llevaba prácticamente toda la vida esperando y soñando este momento) así que si esos son sus planes también, este primer día puede ser algo similar a lo que les voy a enseñar. Sin embargo, todo esto va a depender de la hora de llegada de su vuelo y del momento en el que realmente decidan poner un pie en la ciudad.
Luego de hacer un brunch y descansar un poco para recuperar tiempo de sueño, comenzó el viaje desde New Jersey hasta Manhattan. Yo lo hice por medio de un tren directo que nos dejó en el puro centro de la ciudad. El primer destino: El Museo de Historia Natural Americano.
Este museo es increíble, no por nada es uno de los más importantes e impresionantes del mundo. Tiene múltiples salas de exhibiciones que van desde animales de todos los rincones de la tierra (no vivos por supuesto) hasta los famosos fósiles de dinosaurios, por lo que es reconocido este museo.
Mi interés principal eran justamente los fósiles y siendo que tenía poco tiempo para recorrerlo (se debería guardar al menos 4 horas para su visita) inicié por ahí. El ticket que compramos venía incluido en el paquete del City Pass (por aquí les cuento más de esto) así que incluía también una de las exhibiciones temporales. Nosotros elegimos la de "Mundos más allá de la Tierra" que estuvo bastante interesante.
Aparte de ver los fósiles, en un espacio temporal de un par de horas pudimos recorrer las principales salas del museo (sin detenernos demasiado) incluyendo por ejemplo la de Vida marina (con la ballena gigante en medio de esta) y Pueblos del Pacífico (donde está la famosa estatua Moái).
Saliendo del Museo nos sentamos en una banquita fuera a comer un snack antes de continuar nuestro camino hacia la siguiente parada: el Top of the Rock.
Este fue el observador que elegí para tener era primera vista de la ciudad desde arriba, como la había imaginado cientos de veces y soñado toda mi vida. Elegí al Top of the Rock porque es el que tiene la mejor vista hacia el Empire State, quedando justamente como estas fotos que vemos de postal.
Cuando llegamos, en la entrada nos indicaron que la visibilidad en ese momento era parcial y que se podían mover los tickets de día si queríamos (de nuevo, por tener el pase del City Pass). Dado a que yo ya tenía todo el itinerario del viaje milimétricamente cronometrado y este no era el único mirador al que íbamos a subir, decidimos arriesgarnos. Subimos y efectivamente la ciudad estaba un poco envuelta en nubes, pero no deja de ser una vista espectacular.
Con el pasar de los minutos, el panorama se fue despejando, el sol fue cayendo y la ciudad comenzó a iluminarse como sólo ella sabe hacerla. Ver la ciudad de New York iluminarse desde lo alto es una de esas experiencias que se deben vivir al menos una vez en la vida. Por supuesto que se me escaparon un par de lagrimitas absorbiendo la majestuosidad de todo y el sentimiento de que finalmente, ahí estaba viéndola con mis propios ojos.
Mi recomendación es que 100% suban al anochecer. La ciudad cambia por completo cuando se ilumina. Los edificios grises que parecen no ser más que una jungla de concreto, adquieren magia propia con cada una de las lucecitas que los adornan. Y el Empire State junto al Chrysler son los grandes protagonistas de la historia.
Luego de quedarme un buen rato admirando el paisaje, bajamos para volver a New Jersey, donde nos íbamos a encontrar con unos amigos. Cenamos en un pequeño local de crepas espectacular, del que les cuento en otro momento. Con eso terminó nuestro primer día en la ciudad.
Resumen: 1) Museo de Historia Natural y 2) Top of the Rock
Día 2: Midtown
A partir de este día nos hospedamos igual en New Jersey pero en una zona más cercana a Manhattan, en Jersey City. Si pueden hospedarse dentro de la isla de Manhattan genial, pero sino, esta zona en New Jersey es una muy buena opción. Tiene muy buena conectividad de transporte público hacia la ciudad, con un tren directo hacia Hoboken o Journal Square. Lo importante es hospedarse cerca de alguna de estas dos zonas.
El segundo día lo iniciamos en el Washington Square Park. Ahí se puede observar una especie de arco del triunfo y una fuente. De aquí caminamos hacia Cornelia Street porque como buena swiftie, no podía dejarlo pasar. Seguimos hasta Greenwich Village, uno de los barrios más bonitos de la ciudad, donde también está la fachada de la casa de Carrie Bradshaw de Sex and the City.
Cerca de este barrio queda uno de los locales de Magnolia Bakery, que tampoco podíamos dejar pasar. Quería probar el famoso banana pudding pero una vez que entré, lo que más llamó mi atención fueron los queques. Me terminé decantando por una porción de queque de banana con piña y nueces, y frosting de queso crema, que sin mentir, es uno de los mejores que he probado en mi vida.
De ahí caminamos hacia Little Island, nuestra siguiente parada. Este parque es un must, completamente espectacular. Tuvimos la suerte de que estaba haciendo un clima delicioso de inicios de otoño, con cielos completamente despejados, por lo que pudimos apreciar los miradores que tiene el parque hacia diferentes partes de la ciudad y de la costa de New Jersey. Aquí aprovechamos también para comernos nuestro queque de Magnolia.
De Little Island nos encaminamos hacia el High Line (your hearbeat on the high line, once in 20 lifetimes...). Este parque elevado es un excelente camino para llegar a nuestra siguiente parada: The Vessel. Ahí observamos su majestuosidad, nos tomamos las típicas fotitas y continuamos hacia el Madison Square Garden, al que solo observamos por fuera. Para este momento la mañana ya había finalizado y el hambre del almuerzo ya estaba haciendo eco, así que caminamos hacia un Shake Shack que ya habíamos mapeado cerca anteriormente.
Luego de almorzar, fuimos a hacer una de las atracciones que teníamos reservadas para el día, RiseNY. No puedo recomendarlo lo suficiente. Es cierto que está iniciando y que parece que todavía le falta contenido para ser mucho más atractivo, pero es una experiencia espectacular. Esta atracción nos hace un recorrido por la historia de la ciudad y cada parte importante que la compone, desde el cine y la televisión hasta los famosos musicales de Broadway. Mi parte favorita sin embargo y por la que vale la pena pagar la entrada es sin lugar a dudas el simulador. Para no hacerles spoilers solo les voy a decir que aquí se me escaparon de nuevo un par de lagrimitas jaja.
Del Rise nos movimos hacia la tienda de Harry Potter (espectacular), Bryant Park y la Biblioteca Pública de Nueva York, que al menos para mí, como buena fanática de los libros, era infaltable. Paramos a descansar y tomar café en las afueras de esta, en un espacio precioso que tienen lleno de sillas y mesitas. Saliendo de aquí, era hora de nuestra siguiente atracción y una de las que más esperaba del viaje: el Summit One Vanderbilt.
El Summit es una experiencia MUY diferente al Top of the Rock. Es mucho más moderno para empezar, y su concepto es de más de un mirador. El control de seguridad es super estricto y se tarda bastante en atravesarlo, casi como en un aeropuerto, por lo que es bueno llegar con suficiente tiempo. Nosotros subimos al atardecer y fue sencillamente espectacular. Otro must que se debería hacer al menos una vez en la vida: ver un atardecer desde lo alto de New York.
Esperamos por supuesto a que anocheciera y se iluminara la ciudad, y enserio es una experiencia sublime. Si tan solo hubiera menos gente alrededor sería 10/10 jaja.
Luego de pasar un par de horas aquí, bajamos y fuimos a conocer la Grand Central Terminal. La noche la terminamos visitando Joe's Pizza para probar la pizza más famosa de Nueva York.
Resumen: 1) Washigton Square Park. 2) Cornelia Street. 3) Greenwich Village. 4) Magnolia Bakery. 5) Little Island. 6) High Line. 7) The Vessel. 8) Madison Square Garden. 9) Shake Shack. 10) RiseNY. 11) Tienda de Harry Potter. 12) Bryant Park y Biblioteca Pública de Nueva York. 13) Summit One Vanderbilt. 14) Grand Central Terminal. 15) Joe's Pizza.
Día 3: Downtown
El día inició llegando a Manhattan a través de una de las estaciones más impresionantes de la ciudad: el Oculus. Esta estación por sí misma es toda una atracción para observar. Teníamos tickets reservados (con el City Pass) para las 9:00 am en el Museo Memorial del 9/11 por lo que nos dirigimos hacia allí. El museo es impresionante y un poco pesado emocionalmente, además de gigante, por lo que se debería dedicar al menos 4 horas para verlo.
Luego de recorrer el museo durante la mañana, salimos a ver las famosas piletas que se construyeron en el ligar que antes ocupaban las Torre Gemelas, así como el "árbol sobreviviente" que es el único árbol que quedó en pie luego de los atentados en la zona.
El hambre comenzó a atacar a esta hora así que decidimos hacer una pequeña merienda. Cerca del lugar queda un Dunkin Donuts, así que fuimos a comprar algo ahí y lo comimos en un parquecito elevado que queda cerca de esta zona cero, con una gran vista al One World.
De aquí caminamos hacia el Distrito Financiero, para observar la capital económica del mundo, Wall Street. Esta zona me pareció la menos bonita de todas las que visité en Nueva York, es muy gris y el ambiente se siente pesado. Por acá está la Reserva Federal y las famosas esculturas del toro de Wall Street y la niña valiente, pero no hay mucho más que ver.
Seguido en nuestra ruta teníamos visitar Chinatown y Little Italy, barrios que me parecen imperdibles para una visita en NYC. Teníamos mapeado un restaurante en el que queríamos comer por ahí, pero cuando llegamos nos dimos cuenta que era solo una ventanita y no un lugar para sentarse, lo cual fue una gran decepción. En otro contexto tal vez lo hubiésemos probado, pero luego de caminar y estar de pie durante horas, el tiempo de comida se convierte en un momento para descansar y darle respiro a los pies. Así que caminamos por esa parte de la ciudad hasta que dimos con un restaurante italiano que ya había visto en tiktok, Il Volpino, y nos quedamos allí.
Terminando de almorzar, nos dirigimos al sur de nuevo para tomar el ferry hacia Staten Island y poder observar más de cerca la Estatua de la Libertad. El ferry es completamente gratis y una super recomendación para hacer. El recorrido dura cerca de 30 minutos hasta la isla, nosotros lo que hicimos fue bajarnos del otro lado e inmediatamente tomar un ferry de regreso. Sin embargo, si tienen el tiempo también pueden darse una vuelta por Staten Island y regresar más tarde a la ciudad.
Llegando de vuelta del ferry, nos dirigimos hacia el puente de Brooklyn, para caminarlo al atardecer. El puente tiene una extensión de 4km aproximadamente, que verdaderamente no se sienten. Uno va caminando, haciendo fotos, observando las vistas y el recorrido se hace super ameno. Otro gran tip es que acá es donde se pueden conseguir los souvenirs más baratos de la ciudad, desde llaveros hasta gorras y camisetas. Los vendedores están por todo el inicio del puente, pueden ver ahí su mercadería y elegir las que más les guste, si desean traer recuerdos de regreso.
Al llegar a Brooklyn caminamos hasta el Brooklyn Bridge Park, que tiene unas vistas espectaculares de NYC. Ahí recibimos la noche y vimos la ciudad iluminarse desde esta especie de muelle, una experiencia increíble. Creo que de las cosas más hermosas de NYC es ver la ciudad iluminarse desde arriba, desde uno de sus rascacielos, y luego iluminarse así, desde lejos de uno de sus muelles/miradores. Es como estar en una película.
Este parque está como al lado izquierdo del puente (viéndolo desde el lado de Brooklyn) mientras que al otro lado se encuentra otro parque y el Time Out Market, que es una buena opción para comer. En nuestro caso queríamos cenar en la ciudad así que de regreso lo que hicimos fue tomar el metro, para que nos dejara de nuevo en Manhattan, y así básicamente concluimos el recorrido del día.
Resumen: 1) Oculus. 2) Museo 9/11. 3) Piletas memorial de las Torres Gemelas. 4) Distrito Financiero (Wall Street, toro, la niña). 5) Chinatown. 6) Little Italy. 7) Ferry Staten Island. 8) Brooklyn Bridge. 9) Brooklyn Bridge Park.
Día 4: Upper Manhattan
El último día en la ciudad lo iniciamos en su edificio más icónico: el Empire State Building. El pase que adquirimos con el City Pass nos daba la opción de ingresar al ESB de día, y luego nuevamente gratis en la noche, y esa fue una de las razones por la cual lo elegimos. Subimos al icónico edificio temprano en la mañana, a las 9:00 am y tuvimos la suerte de que habían cielos despejados en todas las direcciones, dándonos unas vistas espectaculares de la ciudad.
Lo que más me interesaba de subir de día era poder ver Central Park en toda su majestuosidad, porque de noche claramente no se aprecia. Sin embargo, si tengo que elegir un solo momento del día para subir a un mirador de la ciudad, definitivamente sería de noche. La ciudad se vuelve mágica cuando se ilumina. El ESB no estaba realmente en mi lista de miradores a los que quería ir, principalmente porque lo que más quería era verlo justamente y obviamente desde sí mismo no se puede. Pero me alegro mucho haber subido gracias a este pase, porque el edificio es toda una atracción en sí misma.
Dentro tiene diferentes animaciones de su historia, así como de todo lo que lo hace icónico, principalmente por sus apariciones cinematográficas. Mi parte favorita es la sala que tienen con Kong, donde uno se puede tomar fotos como si estuviera siendo sujetado por él a través del edificio en ese momento. Arriba en el mirador hay también una sala donde se pueden observas diferentes vistas animadas de los sitios más reconocidos de la ciudad, lo que me pareció un bonito detalle, y un espacio muy bien decorado para fotografías, en relación a la época en la que nos encontrábamos (otoño). Me parece que la gente del Empire State sabe que la mayoría de personas buscan otros miradores para poder observar el edificio desde lejos (que viene a ser la vista más icónica de la ciudad) y por eso se han esmerado en que el interior del mirador sea realmente atractivo con otras cosas y que por eso la gente lo visite. Se ha convertido prácticamente en un museo de ESB lo cual por supuesto le da un valor agregado a la experiencia.
Luego de bajar el Empire State nos dirigimos al Museo Intrepid, dedicado a la historia naval y aérea, con el buque de guerra del mismo nombre. Fuimos a este museo única y exclusivamente porque lo pusimos como una de nuestras opciones con el City Pass, que nos pareció la más atractiva entre las que nos quedaban. El lugar es impresionante, el buque tiene el tamaño del Chrysler horizontalmente y está lleno de aviones y helicópteros que se utilizaron durante la guerra. Además de recorrerlo internamente, también tiene acceso a un submarino real, que es una experiencia de esas únicas. Si les gusta este tipo de cosas sí lo recomendaría.
Saliendo de ahí nuestro plan era quedarnos el resto de la tarde en Central Park, empezando por un picnic de almuerzo. En la parte sur del parque, cerca de la rotonda, hay un Whole Foods en donde se puede comprar comida saludable ya lista y preparada para comer en cualquier otro lugar. Lo hicimos así y nos fuimos a sentar en uno de los campos del parque a almorzar. Luego, lo caminamos buscando los sitios que ya habíamos mapeado anteriormente (porque el parque claramente es gigante) para intentar verlos todos. Visitamos la fuente que la gente confunde con la de Friends, el memorial Imagine de John Lennon (Strawberry Fields), la fuente y terraza de Bethesda (para mis fans de Gossip Girl, *SPOILER ALERT* acá es donde se casan Blair y Chuck) y el Castillo Belveder, que es muy bonito por dentro y tiene unas vistas preciosas del parque.
Bow Bridge en Central Park. Pexels/MartaWaver
Terminamos saliendo cerca del MET, donde por supuesto no me podía faltar sentarme en sus maravillosos escalones, muy a la Blair Waldorf. En esta visita no entramos al Museo, pero si es algo que desean hacer lo pueden acomodar justo en este día. Yo quitaría el Intrepid, haría en su lugar el MET y luego recorrería Central Park de arriba hacia abajo, para terminar nuevamente más en el centro de la ciudad. Esto fue similar a lo que hicimos, luego de abandonar el MET caminamos toda la famosa 5ta Avenida hasta llegar a Times Square, donde queríamos visitar algunas tiendas y ver este pedacito de la ciudad de noche, con sus icónicas pantallas.
Al finalizar el día queríamos cenar en un restaurante con mirador que habíamos encontrado, pero dada la hora terminamos decantándonos por cenar mejor del lado de New Jersey, cerca de nuestro apartamento, para hacerlo con mayor tranquilidad. Y así básicamente fue como terminó nuestro recorrido por la ciudad de Nueva York.
Resumen: 1) Empire State Building. 2) Museo Intrepid. 3) Central Park (Sheep Meadow, Strawberry Fields, Cherry Hill, Bethesda Fountain&Terrace, Belvedere Castle). 4) MET. 5) 5ta Avenida. 6) Times Square.
Espero que este itinerario les sea de ayuda para acomodar su visita a la ciudad. Me parece que recorrerla así en cuatro días da la oportunidad de ver los sitios más relevantes y populares que se desean conocer, de una forma lógica y ordenada, maximizando el tiempo y la estadía en NYC. Pueden dejar por acá también sus preguntas y con mucho gusto les ayudo.
Times Square. Pexels/Czapp Arpad